Extraído de la publicación realizada por Ernesto Márquez, en www.xa.yimg.com/kq/groups
Qué son los Dramas de Control
Los seres humanos competimos por la energía, lo hacemos para obtener
atención, amor, reconocimiento, apoyo y aprobación de los demás. Adoptamos
una forma de atraer la energía hacia nosotros mediante el tipo de interacciones
que nos dio mejores resultados de niños en las relaciones con nuestros padres y
eso es lo que se denomina en la Novena Revelación, Los Dramas de Control.
Cuando el autor de La Novena Revelación, se refiere a los dramas de control
nos habla de las formas en que los humanos buscamos sustraerle la energía de
los otros como un método de sobré-vivencia, a través de dramatizaciones de
uno u otro tipo, para controlar situaciones y personas, especialmente a los seres
más “queridos”. Son formas, a veces muy sofisticadas, para agredir, que se
repiten y conllevan a la misma situación una y otra vez, es decir, lo repetimos
una y otra vez, sin darnos cuenta.
El problema es que si repetimos este tipo de escena que representan los dramas
de control una y otra vez, las otras escenas de la película de nuestra vida real, la
suprema aventura marcada por las coincidencias, no puede avanzar, y nos
quedamos atascados en ese ciclo que no nos permite evolucionar.
Todos los dramas derivan de un miedo original, la conexión con nuestros
padres. Ellos fueron la fuente de nuestra supervivencia y la fuente de energía
para sentirnos a salvo, para ellos, usábamos algunos de los dramas que nos
daba resultado.
Su objetivo es llamar la atención de los demás como fuente de energía
necesaria para vivir.
Tipos de Dramas de Control
A través de los dramas de control, cada persona manipulan a los demás para
sentirse bien y conseguir energía: unos, forzando directamente a la gente para
que le presten atención, y otros, jugando con la simpatía o la curiosidad de la
gente. En ambos casos, normalmente se hace de forma inconsciente. Los
primeros los englobamos dentro del grupo de manipuladores agresivos, y los
segundos, dentro de los manipuladores pasivos.
De los dos grupos anteriores señalados, se derivan 4 tipos de dramas de control.
Cada persona tiene uno favorito para controlar a los demás, el que mejor
aprendimos en la infancia y nos dio mas resultado para llamar la atención de
nuestros padres o evitar sus ataques. Lo ejercemos con nuestro propio estilo,
pero todos, y con todos ellos, buscamos a veces defendernos, pero mucho más
allá, controlar a los demás. Los 4 dramas de control son las armas más usadas
en las luchas de poder en la relación humana sin consciencia. A continuación, se
describen cada uno de esos dramas de control.
1. El Intimidador
El Intimidador logra que todos les presten atención a fuerza de gritos, fuerza
física, la agresividad, la sublevación, amenazas y exabruptos. Mantienen a
todos a raya por temor a desatar comentarios molestos, rabia y en casos
extremos, furia. La energía fluye hacia él, debido al miedo y la sospecha al
próximo suceso.
Él siempre acapara el escenario y hace que los demás
sientan a su lado temor y ansiedad.
Son básicamente egocéntricos, su comportamiento puede ir desde dar
ordenes a los que están a su alrededor, hablar constantemente y levantar la
voz para que lo demás no hablen; a ser autoritarios, inflexibles, sarcásticos y
violentos.
Los intimidadores son quizás los más apartados de la energía
universal. Inicialmente atraen a los demás creando un aura de poder.
Cada uno de los dramas de control crea una dinámica energética especifica
llamada “drama correspondiente”.
En este sentido, como permanente
reacción ante el drama del Intimidador, nace otro drama que combina con el
primero y es el del "Pobre de Mí”. Éste presiente que el Intimidador le quita
energías hasta atemorizarle, por lo tanto, trata de frenarle mediante una
dinámica energética sumamente pasiva, asumiendo una actitud impotente y
aduladora, encogida e impotente: Mira lo que estas haciéndome. No me
lastimes, soy débil.
El Pobre de Mi trata de hacer que el Intimidador se sienta culpable para así
frenar el ataque y recuperar el flujo de energía.
Otra de las posibilidades es la reacción al Intimidador como otro
Intimidador o “Contra-Intimidador”. Esta dramatización se produce si la
actitud Pobre de Mi no da resultado o, mas probablemente, si la
personalidad de la otra persona también es agresiva. Entonces, esta persona
responde al ataque del Intimidador original.
El tipo de Intimidador hace suponer que uno de sus padres ha sido Pobre
de Mí o Intimidador también.
2. El Interrogador
El interrogador es menos amenazador desde el punto de vista físico, pero
socavan el ánimo, y la voluntad cuestionando cualquier actividad y
motivación. Montan el Drama de hacer preguntas y sondean el mundo del
otro, con el propósito específico de encontrar algo equivocado, apenas lo
hacen, critican ese aspecto de la vida del otro. Si esta estrategia tiene éxito,
la persona criticada es incorporada al drama.
De repente empieza a sentirse
tímida respecto del interrogador y presta atención a lo que este hace y piensa
para no cometer algún error susceptible de ser notado por el interrogador.
Esta deferencia psíquica le da al interrogador la energía que requiere.
Cuando una persona queda atrapada en el drama del interrogador,
normalmente tiende a actuar de manera tal que esa persona no lo critique y
así, el interrogador lo saca de su camino y lo despoja de su energía, porque
la victima se juzga a si mismo por lo que el interrogador pueda pensar.
El interrogador siempre encuentra algo equivocado en las respuestas de los
otros. Son críticos y hostiles, buscan formas de hacer sentir mal a los demás.
Él duda de todos los hechos y trata de echarnos la culpa de todo. Cuando
hacemos esfuerzos para probar su valía y responderles, cuando tratamos de
reaccionar ante él, más le enviamos energía.
Ante El Interrogador, es probable que todo lo que le digamos o contestemos,
sea usado en nuestra contra en alguna oportunidad. Criticará todo lo que
digamos o hagamos. A su proximidad sentimos como si nos
observaran continuamente, como si estuviésemos constantemente vigilados.
Su comportamiento puede ir de ser cínicos, escépticos, sarcásticos,
fastidiosos, perfeccionistas, santurrones, a ser viciosamente manipuladores.
Inicialmente atraen a los demás con su ingenio, su lógica infalible, sus
hechos y su intelecto.
El comportamiento del Interrogador como padre, origina el comportamiento
del Distante o Pobre de Mí, o ambos, en sus hijos. Ambos tipos quieren
escapar del sondeo del Interrogador. Los distantes no quieren tener que
responder (ni ver su energía absorbida) al escrutinio constante y fastidioso
del Interrogador.
3. El Distante
Las personas distantes están atrapadas en su mundo interior de luchas,
miedos, y dudas sin resolver. Creen inconscientemente que si se muestran
misteriosos, reservados y desapegados, otros vendrán a rescatarlos.
Esperan que alguien se incorpore al drama y trate de imaginar que pasa,
cuando esto ocurre,
El Distante se muestra vago e impulsa al otro a
esforzarse, hurgar y tratar de discernir sus verdaderos sentimientos. Al
hacerlo, la victima, le presta su total atención y le envía su energía. Cuanto
más tiempo la victima se mantenga intrigada e interesada, mas energía
recibe “El Distante”.
Por desgracia, mientras se juega a ser “Distante”, su vida tiende a
evolucionar muy lentamente.
Los Distantes son a menudo solitarios, mantienen distancia por temor a que
otros impongan su voluntad o cuestionen sus decisiones (como lo hicieron
sus padres Interrogadores). Piensan que tienen que hacer todo solo, no
piden ayuda. Necesitan mucho espacio y a menudo evitan quedar atados con
compromisos. No se toman obligaciones. De chicos, no los dejaron satisfacer
su necesidad de independencia o no los reconocieron por su propia
identidad. Tienden a ocultar, lo que en realidad piensan.
El Distante estápropenso a caer en el lado Pobre de Mí. La mayoría viven en
estado carencial (amor, dinero y autoestima), no se dan cuenta de que su
propia indiferencia puede ser la causa de que no tengan lo que quieren, o de
su sensación de estancamiento y confusión.
Generalmente, consideran que
su principal problema es la falta de algo (dinero, amigos, contactos sociales,
educación). Se sienten estancados y no entienden que ese comportamiento
distante los aleja de la prosperidad.
Su comportamiento va de no mostrar interés, no estar nunca disponibles, no
cooperar, a ser condescendientes, a rechazar, oponerse y ser escurridizos.
Hábiles en el manejo de la indiferencia como defensa, tienden a cortar su
energía con frases como: “Soy diferente”, “Nadie entiende lo que trato de
hacer”, “Estoy confundido”, “No quiero seguirles el juego”, “Sí tuviera”. Las
oportunidades se les escapan mientras hiperanalizan todo. Ante el más
mínimo indicio de conflicto o enfrentamiento, el Distante se vuelve vago y
pude desaparecer literalmente (no atiende llamadas telefónicas, o no se
presenta a una cita).
Su medio de protección es la ruptura de la
comunicación. Inicialmente, atraen gracias a su personalidad misteriosa e
inaccesible.
Es hijo de padre Interrogador. No ha recibido independencia ni ha sido
avalada la identidad de su personalidad.
El Distante es padre del Interrogador generalmente, pero puede entrar en
dramas de control también con el Intimidador y con el Pobre de Mí pues
están en el centro de la serie.
4. El Pobre de Mí o Víctima
Si alguien le dice todas las cosas horribles que le están sucediendo, dando a
entender, quizás, que usted es el responsable y que si usted se niega a
ayudarlo esas cosas continuaran, esa persona trata de controlar en el nivel
más pasivo. Estamos en presencia de un Pobre de Mí.
El Pobre de Mi, te hace sentir culpable cuando se halla en su presencia,
aunque usted sepa que no hay ninguna razón para eso. Su mundo
dramático, lo coloca a usted en una posición en la que tiene que defenderse
de la idea de que no esta haciendo lo suficiente por esa persona.
Los pobre de mi, nunca piensan que tienen suficiente poder para enfrentar al
mundo de una forma activa, de modo que atraen simpatía llevando la energía
hacia ellos.
No tiene fuerzas para luchar o discutir, por eso atrae hacia él, energía
mediante el silencio, (pero un silencio que llama la atención), expresión de
preocupación, debilidad, miedo, llanto, dolencias...
Cuando usan el
tratamiento silencioso, pueden deslizarse hacia el modo Distante, pero como
Pobre de Mi, se aseguran de que el silencio no pase inadvertido.
Siempre pesimistas, los Pobre de Mi atraen la atención con expresiones
faciales preocupadas, suspiros, temblores, llantos, miradas perdidas,
respuestas lentas y relatos reiterados de dramas y crisis punzantes. Les
gusta ser los últimos de la fila y someterse a los demás.
Sus dos palabras
favoritas son: “Si Pero”.
“El Pobre de Mí" seduce inicialmente por su vulnerabilidad y su necesidad
de ayuda. Sin embargo, no le interesan realmente las soluciones porque
entonces perderían su fuente de energía.
También pueden mostrar un comportamiento complaciente en exceso que a
la larga los lleva a sentir que sacan ventaja de ellos y reafirma el método
Pobre de Mí para conseguir energía.
Como complacientes, tienen escasa habilidad para poner límites y el
comportamiento va desde convencer, defenderse, dar excusas, explicar
reiteradamente, hablar demasiado, a tratar de resolver problemas que no son
de su incumbencia y después se ofenden porque no los valoran.
Los Pobre de Mi mantienen su postura de victimas atrayendo gente que los
intimida. Ambos están relacionados mediante situaciones de violencia y
explotación. Pueden también mostrar una suprema hostilidad, que le hace
sentirse igualmente explotado y víctima. En los ciclos extremos de violencia
domestica, un Intimidador envolverá al Pobre de Mi en episodios cada vez
mas violentos de maltrato hacia el, hasta alcanzar un clímax. Después del
clímax, el Intimidador se retira y pide disculpas, enviando así la energía que
vuelve a hacer entrar a Pobre de Mí en el ciclo. El "Intimidador" por su
parte le incita a volver a su comportamiento de víctima.
Según la descripción anterior, podemos analizar el drama de cada una de las
personas, dependiendo de donde se ubiquen en ese espectro que va desde lo
más agresivo a lo más pasivo. Si por ejemplo, una persona es sutil en su
agresión, si encuentra fallas y lentamente socava su mundo para obtener su
energía, esa persona seria una interrogadora. Menos pasivo que el “pobre de
mi” seria el drama de la actitud distante.
De modo que el orden de los dramas,
desde el más agresivo al más pasivo es:
INTIMIDADOR, INTERROGADOR,
DISTANTE y POBRE DE MI.
Algunas personas usan más de un drama en distintas circunstancias, pero la
mayoría tienen un drama de control dominante que tienden a repetir, según cual
funciono bien con los miembros de nuestra familia primaria.
Si usted es un niño y alguien le quita su energía amenazándolo con un daño
físico, ser distante no da resultado. No puede lograr que le den energía
haciéndose el tímido. A los demás les importa muy poco lo que pasa en su
interior. Entonces usted se ve obligado a volverse mas pasivo e intentar el
enfoque del pobre de mi, apelando a la misericordia del otro, haciéndolo sentir
culpable por el daño que esta haciendo.
Si eso no funciona, de pequeño, aguantamos hasta ser lo bastante grande para
explotar contra la violencia y combatir la agresión con agresión.
En otros casos, niños en donde su familia no estuvieran o lo ignoraran por que
viven preocupados por su carrera, trabajo, empresas o algo así, ser distante no
atraería su atención; no lo notarían. Por el contrario, recurrirían a sondear, espiar
y por ultimo, encontrar algo malo en esas personas distantes, para conseguir
atención y energía. Eso es lo que hace a un interrogador.
Las personas distantes, crean interrogadores y los interrogadores hacen que la
gente sea distante. Los intimidadores crean la actitud del pobre de mi, o, si eso
no resulta, otro intimidador. Es así como se perpetúan los dramas de control.
Las personas llegan a cualquier extremo necesario para atraer la energía de la
atención en su familia. Y, posteriormente, esta estrategia pasa a ser su forma
dominante de controlar para obtener energía de todos, el drama que repite en
forma constante.
Poner en Claro el Pasado
La sexta revelación nos enseña que cada uno de nosotros constituye el
siguiente paso en la evolución dentro de la estirpe creada por nuestros padres.
Podemos encontrar nuestro objetivo mas elevado en la vida, reconociendo que
hicieron y dejaron de hacer nuestros padres. Reconciliándonos con lo que nos
dieron, con lo que nos dejaron por resolver, podemos formarnos un cuadro claro
de quiénes somos y qué se supone que debemos hacer.
¿Por qué, entonces no nos sentimos satisfechos?
Interferimos con nuestra evolución cuando queremos controlar la energía
mediante los dramas de control. Repitiendo este esquema de control de la
infancia, impedimos que la sincronizad nos haga avanzar. Hay dos formas
agresivas de controlar la energía y dos pasivas, al identificar la nuestra
empezamos a liberarnos de este comportamiento limitador.
Para ver nuestra propia identidad espiritual tendremos que mirar toda nuestra
vida como una larga historia, observando los hechos ocurridos desde nuestro
nacimiento hasta el presente, buscando el significado superior de su propósito y
preguntarnos ¿Por qué nací en esta familia en particular? ¿Cuál es el Rol de mi
Padre y de mi Madre en mi formación, especialmente en la infancia?
Estamos aquí porque es donde necesitamos estar para continuar la evolución,
toda nuestra vida ha sido un largo camino que nos condujo directamente a este
momento. De las fuerzas de nuestros padres y de los aspectos particulares del
desarrollo que ellos nos legaron, podemos inferir el interrogante de nuestra vida
y nuestra tarea o "misión" en el mundo.
La primera medida que debemos tomar para evolucionar de manera consciente,
es dejar de lado las actitudes negativas del pasado, los miedos, la información
errónea y la conducta tendiente a controlar el flujo de energía.
Cada uno debe remontarse a su pasado, a la vida familiar inicial y ver como se
formo el hábito, ver su aparición mantiene nuestra forma de controlar en el nivel
consciente.
Recuerden: la mayoría de los miembros de nuestra familia
representan a su vez un drama para tratar de absorber energía de nosotros
cuando erramos chicos. Por eso es que tuvimos que formar un drama de control,
nos hacías falta una estrategia para recuperar la energía.
Todos debemos pasar todo el tiempo que sea necesario atravesando este
proceso de aclarar el pasado. La mayoría de nosotros tenemos un drama de
control que debemos trascender, pero en cuanto lo hacemos, podemos
comprender el sentido mas elevado de porque nacimos de nuestros padres y
para que nos preparaban todos los virajes y las vueltas de nuestra vida.
Todos
tenemos un propósito espiritual, una misión, que hemos perseguidos sin ser del
todo conscientes de ello, y una vez que lo traemos totalmente a nuestras
consciencias, nuestras vidas pueden despegar. Luego de esto, debemos permitir
que las coincidencias nos guíen hacia una idea cada vez mas clara de cómo
proseguir nuestra misión. Hay que aprender a evolucionar conscientemente.
Aclarar el pasado es un proceso preciso para tomar consciencia de nuestras
formas individuales de control aprendidas en la infancia. Una vez que
transcendemos ese habito, nos encontramos con nuestro Yo Superior, nuestra
identidad evolucionista.
Para poder entrar plenamente en ese estado de la mente que tantas personas
vislumbran, la experiencia de nosotros mismos avanzando por la vida guiados
por misteriosas coincidencias, tenemos que despertar a quienes somos
realmente.
Identificación y Liberación de los Dramas de Control
Las personas deben trascender de esas ilusiones que representan sus dramas
de control para poder seguir adelante. Casi todos tendemos a quedarnos
aferrados a un drama, al menos por un tiempo, y debemos retroceder y
observarnos hasta descubrir cual es.
Una de las preguntas que usted se puede estar formulando es ¿cómo salgo de
mi drama? ¿Qué puedo hacer?
El primer paso consiste en poner las cosas en claro, esto significa traer a
nuestra consciencia, nuestro drama particular de control. No podemos avanzar,
hasta no habernos mirado bien y descubierto que hacemos para manipular y así
conseguir energía.
Para romper este esquema que nos condiciona, es necesario ver con total
claridad la dramatización del control que aprendimos.
Debemos hacernos
concientes de nuestro comportamiento de control.
Es propicio remontarnos al pasado, a la vida familiar inicial, y ver como se formo
ese hábito. Ver su aparición, mantiene nuestra forma de controlar en un nivel
consciente. Recordemos, que la mayoría de los miembros de nuestras familias,
representaban a su vez un drama para tratar de absorber energía de nosotros
cuando éramos chicos.
Es por eso, que tuvimos que formar un drama de control.
Nos hacia falta una estrategia para recuperar la energía, por ello, siempre
desarrollamos nuestros dramas particulares en relación con los miembros de
nuestra familia. Una vez que reconocemos la dinámica de la energía de nuestras
familias, podemos ir más allá de estas estrategias de control y ver que ocurre en
realidad.
Cada persona debe reinterpretar su experiencia de familia desde el punto de
vista evolucionista, desde un punto de vista espiritual, y descubrir quien es en
verdad. Una vez que lo hacemos, nuestro drama se desvanece y nuestra vida
real despeja.
Una vez que uno comprende su drama, quedamos realmente libres para ser
más que esa actuación inconsciente que representamos.
Podemos encontrar un
sentido mas elevado para nuestras vidas, una razón espiritual por haber nacido en nuestras familias particulares. Podemos empezar a poner en claro quienes
somos en realidad.
Todos debemos remontarnos a nuestra experiencia familiar, al tiempo y al lugar
de la infancia, y revisar lo que paso. Una vez que tomamos consciencia de
nuestro drama de control, podemos concentrarnos en una verdad superior en
cuanto a nuestra familia, el hilo de plata, por así decirlo, que yace mas allá del
conflicto energético. Una vez que la descubrimos, esta verdad puede energizar
nuestra vida, ya que nos dice quienes somos, el camino que vamos recorriendo
y que estamos haciendo.
Debemos mirar mas allá de la competencia por la energía que existía en
nuestras familias y buscar la verdadera razón por la que nacimos allí.
El proceso de descubrir nuestra verdadera identidad espiritual, implica
contemplar toda nuestra vida como una larga historia, tratando de encontrar un
significado mas elevado.
Debemos buscarle sentido a nuestras vidas, debemos redescubrir que nos
enseñaron nuestros padres y al mismo tiempo redescubrir, que cosa respecto de
sus vidas podría haber sido mejor. El que habría cambiado usted en su padre o
en su madre, es parte también de aquello en lo que usted debe trabajar para
mejorar y trascender.
No somos simplemente la creación física de nuestros padres; también somos la
creación espiritual. Nacimos de esas dos personas, y sus vidas ejercieron un
efecto irrevocable en quienes somos. Para descubrir nuestro verdadero YO,
debemos admitir que nuestra realidad, empezó en una posición entre las
verdades de ellos. Por eso nacimos allí: para adquirir una perspectiva superior
respecto a lo que ellos representaban o representan. Nuestro camino consiste
en descubrir una verdad basada en la combinación de esos dos enfoques, y más
allá, que sea una síntesis superior de lo que esas dos personas creían.
La experiencia de romper los hábitos inconscientes de dramatización, requerirá
de Usted, en principio, de una apasionante vigilia consciente. Identificar y
desactivar el drama puede no resultar fácil si las emociones son fuertes o hay
mucho miedo. La cuestión es sacar la verdad a relucir. Proyecte siempre amor y
comprensión hacia la otra persona y confíe en que usted sabrá cuando hablar y
que decir. Observe su comportamiento, especialmente cuando este en tensión o
ansioso por algo.
¿Se vuelve beligerante, impaciente, rígido, enojado, e intimida o domina a los
otros? (Intimidador), o
¿Desconfía de los demás o siente que no le prestan suficiente atención?
¿Los hostiga, les hace reproches o los interroga? (Interrogador)
o
¿Mantiene distancias y se hace el difícil, evitando situaciones en las que
pueda mostrarse como es por temor a ser juzgado? (Distante)
o
¿Se queja siempre y se concentra en los problemas, esperando que los
demás vengan a su ayuda? (Pobre de Mi)
Presta atención también a qué tipos tú atraes (drama contrario). Sé conciente de
ti mismo (siempre es más fácil distinguir los dramas en los demás). Observe la
naturaleza de sus interacciones cotidianas y ponga manos a la obra para salir
del juego.
Si una persona con la que estamos relacionados o hablando, opera dentro de un
drama de control y trata de arrastrarnos a él, si no asumimos el drama
equivalente, el drama de la persona se resquebraja.
Recuerde que el drama de control de cada persona, se formo en la infancia en
relación con otro drama. Cada drama necesita uno equivalente para
manifestarse plenamente. Por ejemplo: lo que un intimidador necesita para
obtener energía, es un pobre de mí u otro intimidador.
Identifique el drama que
usted representa y el de los demás. Todos los dramas son estrategias
encubiertas para obtener energía y las manipulaciones encubiertas para
conseguir energías, no existen si la traemos a la conciencia señalándolas. Dejan
de ser encubiertas. Es un método muy sencillo. Después de eso, las personas
tienden a ser más real y honestas.
La clave esta en mirar a esa persona que tenemos al frente mas allá del drama
que representa y enviarle toda la energía posible.
Si siente que la energía le
llega de la manera que sea, es mas fácil entonces que abandone su forma de
manipular para obtenerla.
Transformación de los Dramas de Control
Una vez que estemos concentrados internamente, nuestros dramas de control
inconscientes pasan a nivel consciente y los viejos hábitos pueden convertirse
en fuerzas positivas.
A continuación, algunos ejemplos de cómo transmutar los Dramas de Control en
Fuerzas Positivos.
1. De Intimidador a Líder.
Al conectarse con la verdadera fuente de poder, un Intimidador encontrará más autoestima si usa sus condiciones de liderazgo. Firme, sin ser
dominante. Confiado sin ser arrogante, tiene más posibilidades de disfrutar
de los desafíos y conseguir la cooperación de los demás.
2. De Interrogador a Asesor.
El Interrogador transformado, canaliza sus tendencias a preguntar, a través
de la indagación, la investigación, utilizando habilidades interpersonales mas
acabadas como profesor, abogado o asesor.
3. De Distante a Pensador.
Liberados de sus necesidades de mantenerse al margen, los Distantes
acceden a recursos intuitivos profundos para llevar sabiduría y creatividad a
la tarea de su vida, como por ejemplo ser sacerdote, sanador o artista.
4. De Pobre de Mi a Reformador.
Después de experimentar el verdadero afecto y la unidad, el Pobre de Mi
pude mantenerse anclado en su propia fuente interior y se convierte en
reformador compasivo, trabajador social o sanador.
La Identidad del Drama de Control
Identificar el drama significa que Ud. puede observar que esta produciéndose
una lucha de poder y que se siente abrumado, atascado, amedrentado,
impotente o cualquier cantidad de otros sentimientos.
Observe, cuando se siente amenazado o culpable porque alguien lo hace
responsable de sus problemas. Cuando se siente paralizado, helado y confuso
es porque esta en una lucha de poder.
Recuerde que identificar el drama puede no resultar fácil si las emociones son
fuertes o hay mucho miedo, Lo importante es saber la verdad, confiar en usted y
proyectar siempre amor y compresión hacia la otra persona.
1. Con Intimidadores
Si alguien usa técnicas de intimidación con Usted en la conversación, desista
de continuar si se siente amenazado. Cada ser trae un mensaje para
nosotros, pero en estas circunstancias, hay pocas posibilidades de que se
transmita alguno: si cabe pregúntele a su interlocutor porque esta enojado y
dígale que eso lo incomoda.
Préstele su total atención y busque la belleza implícita en su naturaleza. No
de por sentado que debe arreglar todo pero déjese guiar por su intuición
hacía la acción más útil.
Pregúntele: ¿Porque estás tan enojado? - Pareciera que quieres que te
tenga miedo.
2. Con Interrogadores.
Si alguien lo interroga, hágale saber que se siente en la mira o inspeccionado
y criticado. Dígale que le cuesta mantener una conversación bajo tales
circunstancias. Hágale saber que le gustaría seguir hablando pero que seria
conveniente cambiar el tono. Tenga en cuenta que funciona a partir de un
esquema arraigado para atraer la atención y probablemente sienta que Usted
se aparta de su control. Si realmente quiere hablar con esa persona en otras
circunstancias, hágaselo saber, si no, le convendría desistir de seguir
hablando en ese momento.
Dígale: Te quiero, pero cuando estoy contigo, me siento criticado. ¿Hay algo
que esta molestándote aparte de lo que me planteas?
3. Con Distantes.
Si alguien es distante con usted, no va a llegar muy lejos si empieza a
interrogarlo para que se abra y de un mensaje. No obstante, le convendría
hacerle saber qué considera importante que hablen (si de veras lo es), pero
que en su opinión, se aleja de Usted, pídale que exprese como se siente y
como le gustaría que fuera la conversación.
Afírmele: Siento que te apartas y estas distante ¿que te pasa?
4. Con el Pobre de Mí.
Si alguien usa la técnica de Pobre de Mi, reconozca comprensivamente que
se nota que esta pasando un mal momento. Explique que Usted ve
perfectamente que esta tratando de hacerlo responsable de su situación.
Pregúntele que piensa que debería hacer. Apóyelo para que encuentre sus
propias respuestas con los medios que tenga a su disposición. Desista de
continuar la conversación si ve que su energía se agota.
Dígale: Al parecer, me haces responsable de lo que no anda bien en tu vida.
Tal vez no sea tu intención pero da la impresión de que quieres hacerme
sentir culpable.
No tema sentirse torpe al principio. Esta cambiando un esquema de toda la vida
y al comienzo tal vez no sea muy hábil en el manejo de esta energía. A menudo,
los temas manifiestos por los cuales se pelean las personas, no son los
verdaderos. Busque la verdad, detrás de lo obvio y déjese fluir por la intuición y
las coincidencias.
Dejarse Fluir
Las palabras que uno suele manipular en su cabeza, en un intento por controlar
lógicamente los hechos, se detienen cuando se deja de lado el drama de control.
Al llenarnos con energía interior, entran en nuestras mentes, otro tipo de
pensamientos de una parte mas elevada de nosotros mismos.
Estas son las
intuiciones. Se sienten de otra forma. Aparecen en el fondo de la mente, a veces
en una especie de ensueño o minivisión, y nos llegan de modo directo para
guiarnos.
Cuando adquirimos suficiente energía, estamos listos para iniciar
conscientemente nuestra evolución, estamos listos para dejarnos fluir y producir
las coincidencias que nos llevaran hacia delante en este proceso.
Una vez que
somos conscientes de nuestra evolución, siempre obtenemos algún tipo de
dirección respecto de que hacer o adonde ir. Experimentamos pensamientos
relacionados con el paso siguiente.
Después de tener una intuición respecto de lo que pueda pasar a continuación,
el siguiente paso consiste en estar muy atentos y vigilantes, en el aquí y en el
ahora. Tarde o temprano se producirán las coincidencias que nos harán mover
en la dirección indicada por la intuición.
A menudo, nuestros pensamientos aparecen como guía y debemos dejarnos
fluir. Cuando surge un pensamiento debemos preguntarnos: ¿Por que? ¿Por
qué se me ocurrió ahora ese pensamiento en particular? ¿Cómo se relaciona
con mis interrogantes y necesidades vitales actuales? Ubicarnos en esa posición
de observadores, nos ayuda a liberar esa necesidad de controlarlo todo. Nos
coloca en el flujo de la evolución.
Pero aquí cave una interrogante:
¿Qué pasa con los pensamientos negativos,
aterradores o de miedo? James Redfield, en su libro La Novena Revelación y
más específicamente, La Séptima Revelación del manuscrito nos dice que las imágenes de miedo deben ser frenadas en cuanto
aparecen, que hay que introducir en la mente otra imagen con un resultado
bueno y muy pronto, las imágenes negativas casi dejan de surgir.
Las intuiciones
se remitirán a partir de ahí, a cosas positivas. Pero “ojo”, si después de
superados estos pensamientos negativos, ellos aparecen en alguna oportunidad
de nuevo, igualmente dice el Autor, que hay que tomarlas con mucha seriedad y
no ceder a ellas.
Se menciona en la Novena Revelación, como ejemplo: “Si te
ocurre al idea de que vas a sufrir un accidente en una camioneta y viene alguien
y te ofrece dar una vuelta en camioneta, no aceptes”.
Debemos estar listos para emprender la corriente evolucionista, debemos
mantener fijas en nuestra mente, las interrogantes actuales sobre la vida actual,
sobre nuestro universo personal, y luego buscar una dirección, ya sea a través
de un sueño, un pensamiento intuitivo o la forma en que el ambiente se ilumina y
se impone. Debemos juntar energía y concentrarnos en nuestras situaciones,
luego recibiremos algún tipo de guía intuitiva, una idea respecto a donde ir o que
hacer, y luego deben producirse las coincidencias que nos permiten avanzar en
esa dirección.
Cada vez que esas coincidencias nos conducen a algo nuevo,
crecemos, nos volvemos personas más plenas, existimos en una vibración más
alta.
Todas las respuestas que requerimos para evolucionar, siempre van a llegar de
personas, situaciones o cosas. Personas, situaciones o cosas que conocemos o
pasan misteriosamente, normalmente, cuando estamos conectados con la
evolución consciente, habitualmente nos vamos a encontrar con la persona
indicada, en el momento indicado.
Pero no todas las personas que encontramos
poseerán la energía o claridad para revelar el mensaje que tienen para con
nosotros, en este caso, debemos ayudarle enviándoles energía positiva,
bendiciendo su Yo Interno. Cuando la energía entra en ese tipo de personas, le
da claridad y le ayuda a ver su verdad, luego te puede dar esa verdad a ti.
Cada hecho tiene significado y contiene un mensaje que de algún modo
corresponde a nuestros interrogantes. El desafió consiste en encontrar la parte
positiva en cada hecho, en cada persona, no importa cuan negativo sea.
El universo es energía, energía que responde a nuestras expectativas. Las
personas también son parte de ese universo de energía, o sea que, cuando
tenemos un interrogante, aparecen las personas que tienen las respuestas.
Algunas personas pertenecemos al mismo grupo de pensamiento. Los grupos
de pensamiento en general evolucionan siguiendo las mismas pautas de interés.
Piensan igual y eso crea la misma expresión y la misma experiencia exterior.
Intuitivamente reconocemos a los miembros de nuestro grupo de pensamiento, y
muy a menudo nos dan mensaje.
Cada vez que nos cruzamos con personas en nuestro camino, hay un mensaje
para nosotros. Los encuentros casuales no existen. Pero la forma en que
respondemos a esos encuentros determina si somos capaces de recibir el
mensaje.
Si nos encontramos con un viejo amigo o conocido, normalmente hablamos con
el un par de minutos y nos despedimos. Si no volvemos a encontrar ese mismo
día o esa misma semana, nos decimos cosas como: “Vaya, que gracioso
volvernos a encontrar” y después de una risa, cada uno sigue por su lado. Esto
es incorrecto. Lo que debemos hacer en esa situación, es dejar lo que nos
ocupa, cualquier cosa que sea y descubrir el mensaje que tenemos para esa
persona y el que esa persona tiene para nosotros. Una vez que los seres
humanos captemos esa realidad, nuestra interacción se volverá menos
acelerada y más resuelta y deliberada.
El proceso de evolución consciente, consiste en mantenerse alerta a cualquier
coincidencia, a cualquier respuesta que el universo nos de, de cualquier forma.
Para ello hay que mantenerse conectados con la energía del amor de Dios en el
universo, y en nosotros mismos.
Una vez que alcanzamos este estado de amor,
nada ni nadie puede quitarnos mas energía de la que uno mismo pueda reponer.
“El Amor es la Forma de Mantener la Vibración Alta”.
Conclusión
Los Dramas de Control, nos enseñan que las relaciones parentales se reflejan
en otras personas, que cada situación tiene un mensaje que esta asociado a la
sincronisidad o causalidad, que el cuerpo nos da pistas, según las sensaciones
corporales, el malestar y la intuición, que es conveniente decir la verdad,
verbalizar el malestar a los demás, que es recomendable pedir ayuda si vemos
que no podemos resolver la situación por si solos.
Debemos reconocer que solo somos responsables por nosotros mismos y que
esta es la única manera de mejorar nuestro universo personal, es importante
además aceptar a los demás tal como son.
Tal vez otras personas no nos gusten o no aprobemos su comportamiento, pero
la vida tiene que ver con el logro de una unidad en el AMOR.
Culpar, juzgar y
compararse, no nos sirve para nada.
No se exija demasiado cuando empiece a cambiar su comportamiento, pero
recuerde, que si se siente enojado, rígido, cerrado, deprimido o aislado, es
porque trata aun de buscar soluciones y energía en viejas actitudes.
Si siente que su corazón esta abierto y en paz con lo que ocurre en su vida, esta
conectado con su propia energía y la energía de la creación; pero si siente
dudas, respire, busque el aspecto humorístico de lo que esta pasando y haga
algo para levantar su energía.
Debemos enfrentar nuestra forma particular de controlar a los demás.
Los Seres
Humanos, a menudo nos sentimos faltos de energía e intentamos controlarnos
entre si, para adquirir la energía que fluye entre las personas.
Recuerde que hay una tendencia a ver estos dramas en los demás y pensar que
nosotros estamos exentos de esos mecanismos. Cada uno de nosotros debe
trascender esta ilusión para poder seguir adelante, y aflorar nuestra
personalidad realmente libre, ser más que esa actuación inconsciente que
representamos.
Liberarse de ese hábito no resulta fácil, pues al principio siempre es
inconsciente. La clave para abandonarlo reside en traerlo totalmente a la
consciencia; y eso lo logramos, comprendiendo que nuestro estilo particular de
controlar a los demás, es el que aprendimos en la infancia para atraer la
atención, para lograr que la energía se moviera a nuestro modo.
Casi todos tendemos a quedarnos aferrados a un drama, al menos por un
tiempo, y debemos retroceder y observarnos hasta descubrir cuál es,
transmutarlos en Fuerzas Positivas, encontrar un sentido más valioso para
nuestra vida que el de actores de segunda, con libretos de tercera, e incorporar
de esa forma, energía en nosotros, para ser cada día más plenos y vigorosos,
sintiendo el amor que se manifiesta cuando se esta conectado con la energía
disponible en el universo, que, obviamente, es la energía de Dios.
Pero no podemos mantenernos realmente conectado a la energía de Dios, hasta
no confrontarnos con el método particular que como individuos usamos en
nuestra actitud de controlar y dejarlo de hacerlo, porque cada vez que volvemos
a caer en ese habito, nos desconectamos con esa fuente original de energía.
Cada vez que nos llenamos de energía y ocurre una coincidencia que nos lleva
adelante en la vida, establecemos ese nivel de vida en nosotros mismos, y así
podemos existir en una vibración superior.
Nuestros hijos toman nuestro nivel de
vibración y lo elevan más todavía. De esta forma, continuamos con la evolución
como seres humanos. La diferencia con la generación actual de esta Época de
Acuario, es que ya estamos listos para hacerlo de forma consciente y acelerar el
proceso.
Cuando sientas que tu corazón se abre y te sientes tranquilo respecto a todo
cuanto ocurre en tu vida será señal de que estás conectado a tu energía
personal.
Debemos alcanzar una consciencia mas plena, una conexión interior con Dios,
porque solo así, nuestra evolución hacia algo superior puede ser guiada por una
parte mas elevada de nosotros mismos.